Los tres siguientes dibujos fueron los primeros con los que experimenté por primera vez los pasteles y el carboncillo.
Este primer dibujo es abstracto y con él quise transmitir la importancia de los colores en la vida. Simulan las líneas de la palma de una mano, en las cuales dicen que se puede leer la vida de una persona. Quise así conseguir esa unión entre la vida y los colores, muy importantes ya que afectan a nuestros estados de ánimo y hacen que vivamos con mayor alegría.
El segundo dibujo es realista y muestra una rama de un árbol con un fondo de flores y un cielo azul despejado.
Por último, este dibujo tenía que ser no figurativo, concretamente una mancha.
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